Guatemala es un país multicultural ya que en su territorio conviven diferentes grupos: ladinos, indígenas y garífunas. La multiculturalidad es la principal riqueza de nuestro país, la diversidad de culturas nos engrandece, pero también ha sido motivo de discriminación y racismo a lo largo de la historia.
La discriminación y el racismo generalmente se deben a la ignorancia y a la aplicación de estereotipos sobre otros grupos. Como sabemos, los estereotipos son etiquetas, creencias que generalizan y atribuyen a un grupo ciertas características. El racismo se nutre de estereotipos negativos, es decir que sostiene suposiciones falsas sobre las personas por su pertenencia a una etnia, a partir de allí surge la discriminación, que consiste en rebajar, desvalorizar, tratar con desprecio o negarles oportunidades.
El racismo ha sido la causa de los crímenes mas horrendos en la historia de la humanidad, como la muerte masiva de judíos dirigida por Hitler, o los ataques contra poblaciones enteras en la antigua Yugoslavia, solo para citar dos ejemplos. Podríamos enumerar muchos otros casos, pero es mejor que analicemos los orígenes de esas actitudes irracionales.
Los orígenes del racismo en Guatemala:
La discriminación en nuestro país por cuestiones étnicas no es nada nuevo, en realidad se remonta a la época de la conquista de la colonia y surgió como una practica promovida por los conquistadores españoles.
Como sabemos la conquista fue un choque sangriento, terrible que causo muerte y destrucción en los territorios americanos. Una de las practicas de los conquistadores era raptar mujeres indígenas, con quienes procrearon a los primeros mestizos, que luego llamaron "ladinos". Durante la colonia los indígenas fueron confinados en pueblos donde debían permanecer fijos, al servicio de los encomenderos. No podían salir de allí ni movilizarse de un lugar a otro, ya que esa inmovilidad era indispensable para que los españoles mantuvieran el control de las poblaciones y su poder sobre ellas. Por su parte, los ladinos no corrieron con mejor suerte: aunque que eran libres y podían ir a donde quisieran, fueron duramente marginados, explotados y rechazados, en muchos casos su pobreza era mayor que la de los indígenas.